Uno a veces piensa, no?
"Porque me pasa esto o aquello". "Porque tal me hizo X cosa"
Maquinamos, nos retorcemos las neuronas haciéndo sinápsis esperaaaaando algún día resolver ese enorme "problema".
Pretendemos entender. Constantemente. Es una costumbre humana realmente inútil.
Pero lo hacemos. Los humanos somos seres raros.
El punto de vista al cual hacer incapié es: Nosotros generamos eso.
Conciente, inconcientemente. En esta vida. En anteriores. Con globos de colores o aceitunas. En este país. En otra galaxia. No importan esos detalles. Pero de lo que si estoy segura, es que lo hemos buscado solitos.
La responsabilidad de todo, absolutamente todo, es nuestra. Acción-reacción.
Si. Somos "bichos reactores", como dice la letra de Peligrosos Gorriones.
Ahora bien. Lo difícil es agradecer hasta las cosas más desgraciadas que nos pasan. Si. Usé la palabra
agradecer y
desgracia en la misma oración. Choca, cuesta desmenuzarlo.
¿Que sabemos si no le hicimos exactamente lo mismo a alguien más y se tuvo que fumar nuestra reacción?
Escuché de una sabia persona, que hasta lo más heavy metal que nos pasa en este pasadizo llamado vida, es porque nosotros lo hemos generado y debemos redimirlo.
Problema: Estamos completamente adiestrados a tomar las malas noticias con enojo, pesimismo y desesperación.
Lo que sería interesante, es un cambio de paradigma. Real.
Como por ejemplo, desarmar una cámara y sacar una foto como ésta:
Sería absolutamente increíble hacer eso con el marote y sacar las partes quemadas, meter algún repuestito cerebral, ya que estamos hacerle un laburito de chapa y pintura completo.
Tener una vista global de todo lo que tenemos abajo del pelo de la cabeza.
Nadie dijo que iba a ser fácil. Pero el intento de todos los días esta. Días como hoy, ayer o dentro de 500 meses.